Alucinaba su piel metafísica, su halo descomunal de nórdica medieval. La sonrisa y la mirada agazapada atacando áreas fibrilares. El cuerpo caliente vibra. Golpéame. Instantes de sexo, deseo, ilusionada parafernalia. Orgasmo y soledades revueltas.
lunes, 3 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario