lunes, 1 de diciembre de 2008

Chad




Me he cansado de decir que el continente africano no vende como noticia. Que a pesar de las guerras civiles, genocidios, hambrunas, etc, no logra hacerse de un lugar en los medios de comunicación, los mismos que nos mantienen sordomudos de lo que sucede en tan convulsionada parte del planeta.




Revisando imágenes de Thomas Sworzak, llegué a lo que sucede entre Chad y Sudan, con su cúmulo de guerras étnicas que ha llamado la atención de las siempre sacrificadas fuerzas de Medicos Sin Fronteras (MSF) y otros organismos de ayuda que también suplican por mayor cobertura.




La imagen que ven más arriba es, entre todas las que pude ver, la que mayor esperanza me ha logrado filtrar a través de esta tarde de lunes en la que me atrevo a escribirles. Entiendo que para ustedes puede significar un sinsentido escribir de esto sobretodo estando tan lejos. Pues lo que menos busco alcanzar en este momento es la lógica.




Viendo la fotografía de Thomas, siento un pequeño atisbo de depresión, como si en realidad fuéramos unos sordomudos que no vemos más allá de lo que sucede aunos cuantos metros a nuestro alrededor. Me doy cuenta, con abrumadora contundencia, de que el mundo es gigante, y que las pequeñas depresiones que experimentamos no son nada comparado con lo que la gente puede sufrir en otros contextos.




Cada vez menos, siento que mi vida es una mierda. No lo es. Abriendo los ojos al mundo, podemos aprender a dibujarnos una sonrisa, podemos aprender que hay mucho por hacer, y hay mucho por qué luchar, sin miedo, simplemente atreviéndonos, descubriendo.

No hay comentarios: